Las persianas tradicionales consisten en un sistema de correas y poleas que controlan el ascenso y descenso de la persiana, con el tiempo y el uso estas correas sufren considerable desgaste y tienden a resbalar y deshilacharse, afectando el rendimiento de la persiana.
Reemplazar estas correas después de cierto tiempo u horas de uso es fundamental para garantizar que los motores de persiana que tiren de ellas no deban sobretensar y así consumir más energía para mover la persiana. Explicaremos a continuación cómo hacer este proceso.
Procedimiento para cambiar la correa de la persiana
Aunque es un proceso simple puede requerir de algo de atención dado que en principio podría encontrarse polvo o partículas que de caer sobre los ojos causarían molestias. Primero será necesario reunir algunas herramientas, entre estas unos destornilladores y un cuchillo para cortar la correa a sustituir.
Para realizar la sustitución hay que acceder al capialzado de la ventana, y esto se logra desmontando la cubierta. Después hay que bajar por completo la persiana para que las correas queden expuestas y extendidas, y una vez se tiene acceso solo queda fijarlas para que el eje no se mueva de lugar.
Lo que sigue será cortar la correa y empezar con el desmontaje del recogedor, para esto solo se necesita desatornillar la cubierta y retirar los tornillos de fijación para que el carrete pueda retirarse por completo de la pared. Se trata de una pieza metálica con una rueda que aprisiona la correa de la persiana que por medio de tensión evita que esta se libere.
En esta parte solo será necesario retirar la correa vieja para colocar la nueva, hay que tener presente que la longitud de la nueva correa debe ser cuatro veces la longitud del alto del marco de la ventana, así se tendrá seguridad de que la correa podrá recoger y plegar la persiana sin problemas.
No obstante, es posible retirar la correa vieja y tomar la medida con ella, o siquiera limpiarla en lugar de reemplazarla, ya que para esta parte del proceso cualquiera de estás opciones será posible.
Para fijar la correa de nuevo a la polea solo hay que pasar un extremo por el eje superior y hacer un nudo, luego se repite el mismo proceso pero en pasacintas superior. Finalmente tras pasar la correa por completo se gira el eje manualmente hasta que tres cuartas partes de la correa hayan quedado recogidas.
Si todo queda bien solo resta atornillar la cubierta del capialzado y del recogedor, pero al momento de volver a colocar el recogedor en su lugar hay que mantener el tope presionado para que la correa no se suelte, esta debe hacerse llegar hasta una abertura y aprisionada con un tornillo.
Tras atornillar el recogedor el eje debería tensar la cinta un poco más y una vez que la persiana se baje el ajuste debería poder ser verificado, aunque en cualquiera de los casos es posible hacer el proceso inverso con el recogedor superior.
Una tarea fácil
En promedio este proceso no debería tomar más de una hora en realizarse, pero en caso de que se trate de una primera vez quizás tome algo más de tiempo, sin mencionar que por lo general una correa para persiana suele cambiarse después de por lo menos cuatro años.
Las correas pueden ser adquiridas desde tiendas especializadas así como también desde tiendas online, algunas inclusive son reforzadas para garantizar mayor vida útil mientras que otras son más simples para evitar tener que hacer inversiones considerables.
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