La felpa (también llamada felpudo o burlete) es un accesorio que va en la parte interior de la guía de la ventana, y cumple función de evitar que el cristal haga fricción con partes metálicas que podrían desgastarlo, así como también hacer el movimiento más suave y sellado contra ruidos, polvo y líquidos.
Debido al desgaste generado por la apertura y cierre durante años, este material sufre desgastes, y por eso debe ser reemplazado. A continuación explicaremos todo lo necesario para hacerlo de forma fácil.
¿Que es la felpa de una ventana?
La felpa de una ventana tiene varias presentaciones en diferentes grosores y materiales, que por lo general suelen ser sintéticos o de caucho. Algunas son simples pequeños cepillos mientras que otras son cintas de goma que aprisionan el cristal. El ajuste de cualquiera de ellos permite el movimiento de la ventana con cierta facilidad.
Cual elegir depende del gusto y del tipo de guía de la ventana, ya que algunos fabricantes diseñan sus marcos para que la distancia sea muy corta (permitiendo solo la instalación de gomas) o muy larga (suficiente para colocar cepillos).
En cuanto a medidas, el grosor de cualquier felpa va de los 5 mm a los 7 mm, y el largo depende de la ventana y de la guía. Este está especialmente diseñado para ceder con el cristal o mantenerlo en una posición, y no requiere de mantenimiento más que un adhesivo al momento de su instalación.
¿En dónde comprar felpa para ventana?
Si bien la felpa es un producto muy puntual que las tiendas no suelen vender con facilidad, es posible encontrar carretes en la web del fabricante, así como también en tiendas online como amazon.
Las felpas son vendidas por carrete de 10 metros y en diferentes espesores de base y altura, por lo que la elección deberá partir de una medición previa de una muestra de la instalada en la ventana. Considerando lo anterior expuesto será cuestión del tipo de guía de ventana la elección del tipo de felpa.
¿Cómo reemplazar la felpa de la ventana?
El proceso de reemplazo de una felpa para ventana está pensado para ser simple y rápido, pero requiere de algo de paciencia para evitar daños al cristal o malformaciones al marco o guía de la ventana.
Para empezar, lo primero será desmontar la persiana (que también tiene felpudo), y para hacerlo solo se deberá retirar la cubierta del eje y desmontar el motor (considerando que la persiana se encuentre recogida y enrollada) para extraerlo todo al mismo tiempo.
Una vez se retira la persiana ya se tiene acceso a la felpa de la persiana por ambos lados, pero antes también habrá que desmontar la ventana, y para hacerlo solo basta con levantar el cristal un poco hasta que este salga de su vida y permita hacer juego hacia afuera para que pueda retirarse, esto debe hacerse con cuidado.
Una vez se desmontan los cristales ya se podrán apreciar las felpas por ambos lados. Es importante considerar que si se trata de una ventana y persiana metálica por completo de una misma marca entonces el tipo de felpa sea igual para ambos. En estos casos se facilita considerablemente la compra de la felpa.
Instalación de la felpa nueva
Para la ventana el proceso de desmontaje y colocación de una felpa nueva tiene dos formas, una es más fácil que la otra pero implica más pasos de desmontaje, el otro solo requiere de algo de habilidad con las manos y un par de herramientas.
El método fácil implica tan solo de tirar de la felpa vieja por uno de los extremos del marco guía y colocar el tramo nuevo de la misma forma, pero para hacerlo hay que tener acceso a uno de los lados de la guia, y eso se logra desmontando uno de los lados del marco de la ventana, un proceso un tanto más engorroso.
El otro método implica jalar por un extremo la felpa y hacer que esta salga de su lugar, pero si se trata de una felpa muy deteriorada esto podría complicarse un poco.
Este segundo proceso de colocación requerirá de un par de destornilladores de paleta, de manera que uno haga algo de palanca sobre el espacio dentro de la guia del marco mientras que el otro empuja y desplaza la felpa, para que este proceso no dañe la felpa hará falta algo de cuidado y sutileza al hacerlo.
Estos métodos son para las felpas de la ventana, y las medidas deben tomarse de las felpas antiguas para recortar las nuevas.
En el caso de la persiana metálica el proceso es ligeramente distinto, ya que al retirar la cubierta del eje y el motor con toda la persiana, logra quedar expuesto el marco guía desde el cual está colocada la felpa.
Basta con tirar de la felpa con algo de fuerza para que esta se deslice hacia arriba para que pueda reemplazarse, al igual que con la de la ventana, la medida de la nueva debe partir de la antigua, y su colocación es simple al deslizarse por la guia hasta que se adhiera del borde inferior y quede fijada.
La importancia de la felpa
Aunque sea posible utilizar la ventana y la persiana sin la felpa, esta garantiza que la fricción por el movimiento no deteriore las piezas articuladas o que dañe la superficie y la pintura. También hace de aislamiento contra el exterior y ayuda a que la temperatura de un lugar se preserve.
Cualquier tipo de mantenimiento aplicado a ventanas y persianas aplica por igual para la felpa, y es que sin ella la ventana y persiana contribuirá a un mayor consumo energético e inversión de dinero en mayores reparaciones.
A saber, la calefacción de un lugar hará necesario que los sellos en aberturas deban asegurarse, y de no hacerlo hará que el ingreso de frío o calor (según la temporada) hará que la felpa se deteriore aún más.
Mantener una felpa
La fricción, las condiciones del medio ambiente y también el tiempo son factores importantes que deterioran la felpa, y para evitar que la vida útil se vea considerablemente reducida solo basta con limpiarlos con un cepillo delgado y usar algo de aceite en las partes que tienen fricción para evitar que el movimiento produzca demasiado desgaste.
En promedio una felpa suele durar hasta unos cuatro años, pero con el mantenimiento adecuado logra durar hasta un año más, y una vez allí ya se hace conveniente considerar su reemplazo. La intención es garantizar una ventana funcional y que requiera de la menor inversión de dinero posible.
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